sábado, 25 de abril de 2020

Oigo, veo y siento
vuestra alegría, hermanos
!Ay, que claro habláis!
Tú, alondra mañanera
con tu trino diferente.
Tú, joven ciervo
con tu inédito trote
por la humana ciudad.
Tú, medusa, visitante extraña
de los ahora transparentes
venecianos canales
!Ay, cómo siento, veo, oigo!
el exultante gozo 
en nuestra Madre,
redenta de la agresión humana
Quiero extasiarme
llenarme y fundirme
en y con vosotros.
Quiero, de esto eternidad
que no quede
en estéril aviso
a la sorda y ciega
jauría humana.
Quiero tapar mi oídos
cerrar mis ojos
y no sentir el pútrido
e hipócrita griterío
Quiero solo y siempre
oir, ver y sentir
Vuestra hermosa alegría.