Ellos, los manipuladores.
Los pequeños y mediocres, de ahora.
Los grandes monstruos, muertos,
pero vivos en la historia
que, mirándonos, ríen.
“Ese, el otro, infiel
que merece morir”
“Ese, el otro, no es
como yo…¡huele!”
¡Dios mío, han vuelto!
¡ Ya están ahí!
¡Y se ríen!
“Soy más alto,
soy más rubio,
soy más listo,
soy más trabajador,”
“Ese, el otro, es diferente
a mí, ¡yo soy más puro!”
¡Dios mío! ¡Otra vez no!
El asesinato de la razón.
Olor a sangre y tragedia.
¡YA ESTÁN AQUÍ!
Y se ríen … ¡Mirándonos!
Muy bueno
ResponderEliminar